Los frutos rojos, también denominadas frutas del bosque, son un grupo de frutas caracterizadas precisamente por la presencia de dicho color en su piel o en su interior. Esta variedad cromática, sinónimo de pasión, les confiere una serie de características y cualidades verdaderamente irresistibles.
Las frutas rojas son, principalmente, bayas. La mayoría pertenece a la familia de las Rosáceas (arbustos), algunas tienen multitud de variedades como la mora o la fresa. Otra peculiaridad en esta clasificación se debe al hecho de que algunos de estos frutos son principalmente silvestres.
Dentro del grupo de frutas rojas o frutas del bosque podemos incluir: arándanos, ciruelas silvestres o arañones, frambuesas, fresas, fresones, grosellas y moras.
Sus extractos se consiguen de la pulpa de la fruta, del jugo y de las cáscaras, aunque estas últimas concentran una mayor intensidad o potencia odorífica.
En perfumería, su aroma es utilizado para crear composiciones dulces y una reconfortante sensación fresca, ácida y frutal.